lunes, 10 de agosto de 2020

Hay hombres

Hay hombres que nacen con una estrella en la cuna, hombres que nacen cuando la patria reclama a gritos su presencia. Se les ve llegar con el alba, dispuestos a incendiar la mañana, a alimentar esa hoguera donde arderán los dolores y sufrimientos de los pueblos. Su palabra viene custodiando la luz del nuevo día, la esperanza que despertará con alegría en los corazones más sencillos, en los rostros olvidados. No reclaman nada a cambio. Fieles a su patria y sus hermanos, se entregan con humildad, con esa dulce humildad de los justos, y de un golpe certero derriban los muros que impedían ver el sol.

Hay hombres que nacen conscientes de un deber, de una misión que tiene su fundamento en el bienestar de los otros y a ese bienestar dedican toda la vida. No reconocen otro sentido, otra razón de ser que enseñarnos a ser libres. Se acercan con una sonrisa, con una suerte de luz en la mirada, y te llevan de la mano por un sendero seguro. A su lado uno aprende a caminar con la vista puesta en un futuro posible, el paso firme y poblada de sueños la cabeza. 


Su misión gana fuerza a medida que esos sueños florecen y las manos se estrechan en una amalgama de colores. Son hombres que ven a la patria como una novia, que nos miran como un padre a sus hijos, que nos llevan en el corazón como a un hermano.

Hay hombres que nacen una vez cada cierto tiempo y palomas se posan en su hombro, cual si arribaran a tierra firme después de un largo viaje. Uno los ve en su inmensa arquitectura y comprende que están hechos de historia, que compartir su tiempo es una suerte incomparable, que esa luz aún estaría dormida de no ser por su llegada, y por un momento los lugares se invierten y los elegidos somos nosotros al contar con su presencia. El pecho se desborda agradecido e iza su bandera para recibirlos victoriosos, para entonar los cantos que hablan de alimentar a los sin pan.

Hay hombres que nacen necesarios y por obra del destino se llaman Fidel, que es igual a llamarse Digno. Llegan a este mundo con el deseo de hacer de él un lugar mejor, más justo, más humano. Vienen con la encomienda de convertir en realidad lo que antes soñara Martí, lo que con tanta fuerza defendiera el brazo de Maceo. Una vez terminada su obra se retiran en silencio, se retiran absueltos por la historia mientras la patria, desde un hasta siempre, desde un hasta la victoria siempre, los contempla orgullosa.

Reinhardt Jiménez Cañete
Poeta y narrador. Publicó el libro Carne de isla en 2008. Cuentos suyos aparecen en diversas antologías de narrativa cubana contemporánea.
Trabaja para la Misión Cultura Corazón Adentro, en Venezuela.

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