El aumento de fenómenos meteorológicos con una alta capacidad destructiva evidencia la realidad del cambio climático. Los tifones del pacifico, las inundaciones ocasionadas por “el Niño” o los huracanes del Atlántico y el Caribe aumentan su potencia en clara relación con el incremento de temperatura de las masas oceánicas.
Mientras tanto las grandes potencias industriales siguen emitiendo CO2, desoyen a la comunidad científica y defienden un sistema de mercado y consumo insostenible en un planeta que pierde su capacidad de regeneración natural. Algo que parece importar poco a los que sostienen su riqueza a costa del empeoramiento de las condiciones de vida de los pueblos en desarrollo y las clases con pocos recursos.
A principios de septiembre de 2017 el huracán Irma llego al Caribe después de atravesar el Atlántico desde las islas de Cabo Verde en África occidental. Se convirtió en uno de los huracanes más potentes que se han registrado históricamente con vientos sostenidos de más de 300Km/h. Pocas horas después del paso de Irma por territorio cubano, algunos colectivos de Solidaridad y Cooperación con Cuba de Andalucía crearon una plataforma,
con vocación unitaria e inclusiva, para impulsar y coordinar acciones que ayuden a parar el impacto inicial y la reconstrucción de Cuba.
Irma cruzó Cuba de punta a punta destruyendo casas, derribando árboles y tendido eléctrico y provocando inundaciones en la mayoría de las zonas costeras. El costo económico para un país pobre en vías de desarrollo es enorme, más aun si tenemos en cuenta el bloqueo económico que Cuba sufre desde hace décadas y la actual situación de involución en las relaciones con los EEUU.
En números hablamos de más de 2millones de personas acogidas para su protección, más de 158 mil viviendas afectadas, casi 15 mil derrumbes totales, 1700 escuelas, 980 instituciones de salud, 466 granjas avícolas, 95 mil Has. de cultivos y 338 milHas. de caña de azúcar o 2176 km de líneas eléctricas entre otras infraestructuras afectadas, sin olvidar los daños al sector turístico y a la biodiversidad de la isla. Pese a contar con uno de los más eficientes sistemas de protección civil del mundo, según ONU, debemos sumar la pérdida de 10 vidas humanas.
El pueblo cubano ha sido reconocido en numerosas ocasiones por su Solidaridad personificada en las misiones medicas repartidas por África, América latina, Asia y Oceanía y la brigada médica “Henry Reeve” ha sido reconocida por la ONU por su labor en situaciones de emergencia como el terremoto de Pakistán en 2005, Haití en 2010 o Sierra Leona, Guinea y Liberia durante la epidemia de Ebola de 2014.
Solo 20 días después del paso de Irma llegaron a México 10 toneladas de ayuda médica, un hospital de campaña y un contingente formado por 41 sanitarixs cubanxs como apoyo a los afectados por el terremoto. Casi simultáneamente se enviaron contingentes médicos y eléctricos a Barbuda y Dominica. Incluso han ofrecido 39 médicos, un hospital de campaña y 4 brigadas de trabajadores eléctricos a Puerto Rico tras el paso del reciente huracán María.
Es por ello que desde colectivos diferentes y personas plurales llamamos a la participación en pié de igualdad de organizaciones y personas: firmando este Manifiesto, difundiéndolo, con donaciones (CC ES08 1491 0001 29 2007063429), aportando propuestas, participando en la actividad central en Sevilla el 25 de noviembre… El silencio de algunos medios no debe confundir a lxs andaluzas y andaluces es necesario nuestro apoyo material y aliento.
¡¡Un Pueblo Solidario merece Solidaridad¡¡¡
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