El segundo secretario del Comité Central del Partido, José Ramón Machado Ventura, realizó hoy la alocución de clausura del XI Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), que sesionó en el Palacio de Convenciones durante los últimos tres días.
Al cabo de jornadas de debates enfocados en perfeccionar métodos y estrategias para aumentar la producción de alimentos en Cuba, Machado Ventura exhortó a los 700 delegados a esforzarse para hacer crecer la organización en todos los aspectos.
Hay que fortalecer la organización. Y, desde mañana mismo, volcarse al trabajo con productividad y eficiencia, con responsabilidad para cumplir los planes y cada compromiso contraído, sin asomos de mezquindad y actitudes mercachifles, aseguró.
Asimismo, llamó a “recordar y tener presente siempre el valor del legado de los miles de campesinos que entregaron a la Revolución lo poco que tenían y hasta la vida, sin esperar nada a cambio”.
Ese legado patriótico ha estado presente en este XI Congreso y les toca a ustedes convertir las palabras en acciones: eso espera ahora nuestra población y estoy seguro que es lo que hará el campesinado cubano, agregó.
Machado Ventura también celebró la profundidad y variedad de opiniones en los debates en torno al funcionamiento de la organización, la incorporación de los jóvenes, la formación de valores, la vinculación con centros científicos y el enfrentamiento a los delitos, entre otros.
La ANAP, fundada por el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, tiene en sus filas a 378 mil 349 campesinos, que tienen la responsabilidad de más del 65 por ciento de la producción ganadera y de viandas y hortalizas en la nación.
Junto a José Ramón Machado Ventura, también asistieron a la clausura Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los consejos de Estado y de Ministros; Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; Rafael Santiesteban Pozo, miembro del Consejo de Estado, reelecto como presidente de la ANAP; y los héroes de la República de Cuba Gerardo Hernández y Ramón Labañino.
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