Después de 54 años del triunfo de la Revolución, Cuba se encuentra empeñada en la actualización de su modelo económico, un proceso diseñado para garantizar la continuidad y el fortalecimiento del sistema socialista adoptado en la isla. A pesar de la hostilidad de los Estados Unidos, el Gobierno cubano se ha propuesto superar la pobreza heredada de más de 400 años de colonialismo. Una de las primeras preocupaciones de la revolución cubana, en su lista de beneficios sociales, fue poner fin al analfabetismo. En la actualidad, Cuba cuenta con más de 60 universidades, que abrigan a unos 500 mil estudiantes. El organismo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, reconoce que el 99,8 por ciento de los cubanos, mayores de 15 años, sabe leer y escribir. La Revolución cubana y su economía socialista han demostrado una tremenda resistencia ante enormes obstáculos y retos políticos.
Cuba ha desafiado con éxito una invasión orquestada por los Estados Unidos, un bloqueo marítimo, cientos de ataques terroristas y medio siglo de bloqueo. Las amenazas y los actos terroristas, practicados por su enemigo declarado y conocido, han disminuido y son menos peligrosos para la población. Son precisamente los éxitos de la Revolución cubana, su habilidad para sobrellevar las amenazas externas, los que requieren atención urgente para que la revolución, tal como la conocemos, pueda fortalecerse aun más.
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